Lifestyle

36

cumpleaños

36 años. Ya.

36 flores. 36 sonrisas y trocitos de carcajadas. 36 veces de soplar y de cantar y de llorar y de besar. O quizá más, quizá menos.

Un día caluroso y ventoso de un mes de agosto. Cuando todo el mundo está de vacaciones, dar un buenos días discreto y unos sollozos, símbolo de vida. Y avanzar y amar eternamente este mes tan veraniego, imágenes de arena caliente, de amores de verano, de recuerdos para siempre jamás gravados.

36. Un año equinoccio. 36 dividido entre dos y el tiempo que abrí las alas, sola, siempre con esa bonita isla como base. 36 años de aventuras con ellos, con vosotros también.

Y dar las gracias por esas 36 maravillas vividas. Sin fasto, sin manteles dorados ni candelabros. En la playa, bajo los pinos. Y murmurar millones de gracias de un lado y de otro, susurrar a todas esas manos amistosas gracias merci gràcies que van llegando desde hace algunos días, y a los que aún quedan por llegar porque el mes de agosto es eso, olvidar y acordarse y estirar los días que pasan.

Y comer un pastel, comer pasteles en familia, con mis amores. Hacer plof en el mar, en la piscina y darse cuenta que, finalmente, 36 es una bonita cifra. Abrir grande muy grande el corazón, respirar y S O N R E Í R, más aún!