Viajes

Guía Tao Argentina o el reto de viajar de otra forma

Guía turística Argentina Viatao

La Guía Tao Argentina tiene por objetivo haceros viajar más allá de lo ya conocido para que podáis descubrir Argentina de otra forma. Siempre con el respeto a la naturaleza y con ganas de ir al encuentro de los argentinos.

Os proponemos: pasar una noche en un ecolodge en pleno corazón de la selva o en un campo en las faldas de los glaciares de Patagonia, degustar un asado tradicional en una estancia o una copa de vino biológico en Mendoza, navegar en kayak entre las ballenas o recorrer el centro del país con los gauchos, lejos de turistas. Y por supuesto, bailar el tango en una milonga así como lo hacen los porteños u observar los pájaros en un medio preservado. Hay actividades para todos los gustos y todos los bolsillos.

Olivier, argentino de adopción, supo encontrar esas buenas direcciones en todos los rincones del país con la intención de desvelaros una Argentina auténtica y preservada. Cada lugar ha sido elegido por su originalidad, su calidad y sus compromisos sociales, medioambientales y económicos. Esa es la mejor forma de impregnarse de la cultura argentina y descubrir, así, otra cara de este fabuloso país.

… así reza el comunicado de Ediciones Viatao para presentar su nueva guía turística sobre Argentina en formato eBook.

Guía turística Argentina Viatao

Cuando traducir significa viajar

Gran parte del año pasado estuve ocupada entusiasmada ilusionada atareada con la traducción de esa guía. La versión original, en francés y cuyo autor es Olivier Dufeu, tuvo una gran acogida, motivo por el cual Viatao decidió dar la misma oportunidad a los lectores viajeros excursionistas descubridores de habla española.

Durante meses y meses estuve viajando por ese bello país, oyendo y escuchando ese acento pegadizo, descubriendo a los ciudadanos, visitando bellos rincones, saboreando excelentes asados, disfrutando de las milongas, adentrándome en la historia argentina, bebiendo mate… todo ello sin moverme de mi confortable sillón. ¡Y disfruté! Así pues, no quiero ni imaginar la increíble aventura de viajar por Argentina de la mano de la Guía Tao Argentina.

En formato ebook, cómoda, ultra-ligera y para todos los bolsillos. La podéis encontrar en :

> la tienda Kindle de Amazon.es y también en el Apple Store

Traduzco como si viajara, cada palabra dejada en el papel es una huella más en mi pasaporte.
Viajes

Un día en Maastricht en familia

Un día en MaastrichtUn día en Maastricht

Desde aquél momento en que, con 15 años, descubrí la vida del pueblecito de Herserange, en la región de la Lorena (Francia), supe de la suerte que tienen los fronterizos! Para una persona como yo, 100 % insular, que cuando hemos recorrido 50 Km línea recta nos vamos al mar, me di cuenta de lo que significa poder pasar de un país a otro en un santiamén. En la época, aún teníamos que cambiar de moneda (¡vaya, eso no me rejuvenece!).

Aprovechando nuestro último viaje a Bélgica, ese otro país que tanto amo (¡mucho, mucho!), decidimos hacer una visita a la ciudad de Maastricht. Yo ya la conocía, de la época de mis aventuras belgas, allá en 2005 (¡que no, que no soy tan vieja!), pero me apetecía re-descubrirla en familia, con ChériGuiri y la Princesita. Nuestro cuartel general se situaba en Thimister, otra bonita ciudad del este de Bélgica que se encuentra a tan sólo 30 minutos en coche de los Países Bajos.

Un día en MaastrichtUn día en MaastrichtUn día en Maastricht

Llegamos por la mañana, no muy tarde, pudiendo así aprovechar de la tranquilidad de las bonitas callejuelas, de un silencio tranquilizador, de viejos adoquines que se convirtieron en la diversión de una Princesita en su carroza cochecito, de unos magníficos espacios verdes… una bonita jornada ante nosotros, entrelazados, los tres juntos, distendidos, en modo viaje, en modo vacaciones, entre risas y sonrisas y algún que otro «sortir mamà sortir» (porque bueno, las carrozas están bien pero galopar sobre los adoquines es más chuli todavía!). Maastricht se convirtió en la ciudad perfecta para una día tranquilo en familia con una pequeñita de 2 años. Calles peatonales, gente amable, edificios bonitos, tiendas de diseño, una ciudad llena de jóvenes, una ciudad turística, una ciudad agradable para vivir.

Un día en MaastrichtUn día en MaastrichtUn día en MaastrichtUn día en Maastricht

Una buen lugar para comer

Llegó la hora de comer y como padres de una pequeña de 2 años, decidimos entrar en un lugar sencillo y acogedor, un lugar donde los críos en edad de bailotear son bienvenidos. Ya sabéis, padres, que ese es un punto importante a la hora de elegir un sitio donde comer! Decidimos, pues, abrir las puertas de In De Tenne Kan, una bonita taberna-cervecería donde comimos bien y cuyo camarero fue muy amable y atento con la cría!

Un día en MaastrichtUn día en Maastricht

Una iglesia librería

Pero si hay un lugar que no olvidaremos, si hay un lugar para compartir con vosotros, se trata de una iglesia en pleno corazón de la ciudad que ha sido transformada en librería. Un lugar impresionante, magnífico, sublime, ¡una excelente idea! Se trata de la librería Selexyz Maastricht que ocupa ahora esta antigua iglesia dominicana del siglo XIII. Una librería de dos pisos y que ha transformado el antiguo altar en lugar para tomar un café mientras se hojea un libro. Una mezcla perfecta de antiguo y moderno, un trabajo de reconversión de la mano del estudio de arquitectura neerlandés Merxk+Girod, combinando el acero negro con la piedra del templo: una comunión perfecta para ese lugar de recogimiento que invita, sin lugar a dudas, a un agradable y apacible momento de lectura.

Un día en MaastrichtUn día en Maastricht

Un día bonito, agradable, un día de esos que repetirías…

Por suerte, pudimos aprovechar de otra bonita escapada transfronteriza… pronto en el blog!

Viajes

Evadirse cerca de casa: Pornichet

Pornichet

Un día frío pero muy soleado. Un instante especial. Un día de rayos de sol dominicales. Un domingo pascual.

Marchar para volver unas horas más tarde. Reencuentros y encuentros. Un día muy franco-español con también algunas pinceladitas alemanas e italianas. Sonrisas de niños. Chácharas de adultos. Lenguas que se mezclan.

Pero sobre todo, correr en la arena. Pescar cangrejitos y conchas. Sentir el viento acariciando la cara. Despeinarse y reírse. Todo eso, en Pornichet. Circular unos pocos kilómetros, bastantes como para evadirse y suficientemente pocos para aprovechar de cada instante. Llegar y ver el mar. Ese azul tan ansiado durante todo el invierno. Creer realmente que estamos en primavera. Una brisa atlántica. Fachadas de edificios enormes y unas villas extraordinarias. Contrastes.

Una paella. Un restaurante español. Un poco de tortilla y de jamón.

¡A veces, podemos quedarnos muy cerca para sentirnos muy lejos!

Playa de Pornichet, FranciaPornichet, FranciaVillas en Pornichet, FranciaVillas en Pornichet, Francia