Bilingüismo

IX Encuentro Niños Bilingües: lengua afectiva, lengua efectiva

Nuestro IX Encuentro tuvo lugar el pasado 10 de junio, en el local cedido muy amablemente por el Centro Cultural Franco-Español. Una vez más, unas 15 familias nos reunimos con el fin de dar a nuestros hijos bilingües (o plurilingües) la oportunidad de moverse, jugar, hablar y descubrir en un contexto completamente hispanohablante.

Niños bilingües en NantesNiños bilingües en Nantes
Niños bilingües Nantes Niños bilingües Nantes
Niños bilingües en Nantes

El español en un contexto natural

Me gusta recordar que el objetivo principal de nuestros Encuentros es el de crear un entorno natural en el que los niños comprendan que una de sus lenguas maternas, que tildamos de minoritaria puesto que no es la lengua del país donde vivimos, también se habla más allá de su mamá o  de su abuelos por Skype.

Nuestros niños viven en francés, van a la escuela en francés, van a sus actividades extra-escolares en francés, por eso es sumamente necesario poder encontrar un espacio donde puedan desarrollar también el español.

Niños bilingües en NantesNiños bilingües en Nantes

El español, lengua afectiva, lengua efectiva

Lengua afectiva

Siempre se dice que es necesario que un niño bilingüe (plurilingüe) cree vínculos sentimentales y afectivos en su lengua materna minoritaria para que él sienta más necesidad de utilizarla. Evidentemente, el vínculo efectivo más importante es el que tiene con su madre (padre), persona portadora de una de esas lenguas maternas. Pero a medida que el niño va creciendo, su círculo social se va abriendo y tiene la necesidad de comprobar que hay vida más allá de su madre (padre) y, por ende, que el español es usado también por otras personas con las que le apetece pasar un rato.

Lengua efectiva

Además, la efectividad es también importante para que esta lengua se desarrolle de manera equilibrada y armoniosa. Los niños necesitan ver el carácter «efectivo» de la lengua. Es decir, si un niño piensa que el español (en nuestro caso) «solo» sirve para hablar con su madre, no es de extrañar que se esfuerce menos en su día a día a medida que va creciendo. En cambio, si el niño ve que el español también le permite descubrir juegos nuevos y tener amigos nuevos tendrá más ganar de seguir avanzando en esta lengua.

Niños bilingües en NantesNiños bilingües en Nantes

Larga vida a los Encuentros

En resumen, este IX Encuentro fue una vez más un momento convivial, donde pudimos observar a los niños evolucionando en español y un momento también de intercambio entre padres que ya estamos pensando en nuevas actividades para después del verano.

Lifestyle

5 años tu y yo, 5 años de nosotros

Thelma2
HOY HACE CINCO AÑOS QUE EMPEZAMOS A ESCRIBIR LA HISTORIA DE UN LIBRO LLAMADO THELMA. UN LIBRO A SEIS MANOS Y EN TRES IDIOMAS. PÁGINAS QUE NOS DESCUBREN MISTERIOS DE LA VIDA, CON PALABRAS, PUNTOS Y COMAS, CON HOLAS ALLÁ Y BONJOURS AQUÍ!
¡FELIZ CUMPLEAÑOS THELMITA!

Cinco años hace hoy que llegaste a nuestras vidas.

Cinco años de tu amor
De un amor a dos, lineal que se ha convertido en amor a tres, triangular.
Cinco años del mayor regalo llamado felicidad.
Cinco años de tus sonrisas, tus preguntas, tu curiosidad.
Cinco años de una niña afectuosa y mimosa.

Cinco años que mis viajes en avión se han transformado. Ya no miro por la ventanilla, ya no puedo ver el horizonte, ya no cierro los ojos, dejándome llevar por mis pensamientos. Ahora dibujamos, hablamos, tú y yo, nos contamos cositas, nos acariciamos. Cinco años de un aquí-y-allí que se ha multiplicado.

Cinco años de la misma luna compartida. Y un sol siempre adorado.
Cinco años de ti, estrella, carinyet, coquineta.

cinco años que soy mamá

Cinco años de aquel mes de mayo de 2013.

Nos habían dado cita para la tarde-noche del 13, a las 20 h. Llegamos a la clínica, cogidos de la mano y con una maleta. Quien nos viera, podía imaginarse que nos íbamos para pasar la noche en un hotel. Estábamos serenos, cansados ​​pero serenos. Ni pizca de dolor, ni rastro de una contracción. Me acuerdo de los vaqueros y la camisa que llevaba puesta. Del suéter de tu papá también. Te hiciste esperar. Mucho. Me traje algunas revistas que tu yaya, que había llegado cuatro días antes, me había traído de España. Habían llegado porque ya tenías que estar con nosotros. Pillina. Pero no. Querías esperar a que ellos llegaran. Estoy segura.

Llegaste con dulzura. Y con tu sonrisita. Te faltaba solo un empujoncito para que te decidieras a salir, a darnos esos buenos días matutinos, los primeros de una larga serie. Una llegada fácil. Un parto provocado sencillo y ultra rápido. Me estaba casi durmiendo. Y de repente, llegaste, y yo me incorporé y te ayudé a salir, tu cabeza entre mis manos, pegajosa, y te puse contra mi pecho.
04:50. Cinco años de la noche en blanco más adorable de mi vida.

Cinco años. Ya.
Mi hija, mi única.
Cinco años de aprendizajes y cuestionamientos. Tu y yo. Nosotros.
Cinco años que eres tú.
Cinco años desde que me convertí en madre.

Cinco años escribiendo juntas las páginas de un libro llamado Thelma.

Vivir en el extranjero

Abuelos a distancia (en el extranjero)

Abuelos en el extranjero

Por el nuevo estilo de vida que llevamos, las nuevas formas de hacer las cosas, vivir, respirar…

Mientras que mi coranzoncito ya estaba más o menos acostumbrado a vivir lejos de ellos, debo admitir que todo cambió un poco, en lo profundo de mi corazón, desde la llegada de miss Thelma. De todos es sabido que convertirse en madre revoluciona muchas cosas, grandes y pequeñas, convertirse en madre hace, inconscientemente, pensar en la vida, repensar la vida.

Es entonces con algo de distancia que observo la evolución de mi hija y la relación que tiene con sus abuelos maternos: sus abuelos en el extranjero
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Mamá no nació en Francia

Hasta hace poco, mi hija no entendía muy bien la noción de espacio, ¡como todos los niños pequeños! Pero desde hace un tiempo es consciente de que su madre no nació en Francia. Y cualquier ocasión es buena para recordárselo: mamá no conoce esta canción que cantas en el cole, mamá nunca fue al cole aquí, la escuela de tu madre es tu escuela de verano…

Ya sabe que su mamá nació en Menorca.
Ahora ya distingue los colores de las banderas, sabe que el bleu-blanc-rouge ¡es Francia, papá!  Y sabe que el amarillo y el rojo vienen del otro lado de los Pirineos.

A mí eso de las banderas me trae bastante sin cuidado pero es cierto que son símbolos que ayudan a que estos pequeños seres biculturales se construyan, con toda simplicidad, por ejemplo, mientras uno se pasea y levanta la vista hacia los edificios.

Yaya y l’avi están lejos

Y, de toda evidencia, si mamá no nació en Francia, las posibilidades son altas de que los abuelos maternos vivan lejos.

Y es así cómo se construye una relación atípica desde la cuna
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Altos y bajos

Porque así es la relación que tiene miss Thelma con yaya y l’avi: pasamos por travesías del desierto, largos meses en los que no puede tocar, besar a mis padres (¡aunque nos llamemos 2 veces al día!) y períodos muy intensos en los que se convierte en la niña querida, el centro de atención, su vida, ¡su todo!

Y porque cuando venimos aquí y nos instalamos en la casa familiar, miss Thelma se convierte en la principal actividad de mis padres. ¡Es entonces cuando puede aprovechar para pasar todo el tiempo del mundo con ellos! Y yo asisto al espectáculo con el corazón sonriendo, un espectáculo  que me hace olvidar las travesías del desierto.

Los altos hacen que nos olvidemos de los bajos

Una relación con sabores especiales

Y en mi yo más profundo me siento feliz (siempre debemos ver el lado positivo de las cosas) porque creo que es una suerte muy grande para ella poder vivir durante largos períodos en la misma casa que yaya y l’avi. Su relación es especial, estrecha, le encanta venir aquí aunque, cuando venimos solas y ahora que ya es más mayorcita diga que «pienso en papá» (claro, ¡y yo también!).

Es aquí donde mis padres pueden reproducir ciertos gestos que ya tuvieron conmigo, como es natural. Es aquí donde les encanta llevarla a los lugares de la memoria, de la memoria familiar.  Es aquí donde vamos a dar pan a los pececitos.

Aquí es donde llenamos nuestro depósito con su amor, un amor de abuelos a distancia pero que, al fin y al cabo, están tan cerca!